Conservar un estilo de vida saludable significa desarrollar hábitos que nos ayuden a mantener un peso saludable al: realizar ejercicio regularmente, seguir una dieta saludable y no fumar. Al controlar cada uno de estos factores, podemos disminuir hasta 80% el riesgo de padecer de enfermedades crónicas más comunes y mortíferas.
Sin embargo, lamentablemente a pesar de los beneficios conocidos de un estilo de vida saludable, solo una pequeña parte de los adultos desarrollan estos hábitos; y el resto, no le presta atención e importancia al tema a pesar de estar conscientes del mismo.
A nivel mundial las enfermedades cardiovasculares (ECV) son las más mortíferas; anualmente se cobran 17.3 millones de vidas y para el 2030 se estima que este valor incremente a 23.6 millones. Según datos proporcionados por la OPS (Organización Panamericana para la Salud).
En las Américas, las enfermedades cardiovasculares (ECV) provocan 1,9 millones de muertes al año, el cáncer, 1,1 millones; la diabetes, 260.000; y las enfermedades respiratorias crónicas, 240.000. Todas ellas comparten factores de riesgo como la obesidad, la inactividad física, el tabaquismo y la dieta no saludable, entre otros.
Estadísticas alarmantes que nos motivan a pensar, ¿qué podemos hacer para cuidarnos y amarnos más?, y no ser parte de ella; la buena noticia es que nosotros tenemos en nuestras manos la solución, al actuar de manera preventiva acudiendo a chequeos médicos regularmente y adoptar estos tres (3) hábitos como propios:
Para evitar sobrepeso y obesidad:
Practicar ejercicio de manera moderada, mínimo 30 minutos diarios.
El consumo de tabaco afecta al corazón tanto en su funcionamiento interno como en la circulación sanguínea.
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